Ramón Jáuregui Atondo, en nombre del Grupo S&D.
– Señor Presidente, yo quería empezar por decir que no es una decisión menor la que adoptamos en esta ocasión. Estamos, en primer lugar, reformando el Tratado. Por primera vez, recién entrado en vigor, proponemos una reforma del Tratado, y esto no es cualquier cosa.
Pero, en segundo lugar, lo que hacemos es devolver y confirmar, materializar la posibilidad de que 18 diputados que tendrían el derecho de serlo de haberse aprobado el Tratado antes de las elecciones y 12 países que tienen el derecho a recomponer su situación en este Parlamento, porque tienen acordado con todo el conjunto de la Unión una representación mayor de la que tienen, puedan ejercer ese derecho. Se trata solamente de eso, pero es una cuestión importante.
Para reformar el Tratado, sin embargo, el propio Tratado reclama que se haga una Convención y el Consejo, con buen criterio, nos dice: ¿Hace falta organizar una Convención para ratificar un acuerdo de todos los países de la Unión? Y lo que el Parlamento le dice es que, efectivamente, no es necesario. En esta ocasión no es necesario.
Y mandata, por tanto, al Consejo para que convoque una Conferencia Intergubernamental y pueda reformar el Tratado, iniciándose así la posibilidad de que los 27 países lo ratifiquen, puedan venir aquí los 18 diputados y los 12 países adquieran su plena condición de representación.
Esto es lo que estamos tratando, pero ha habido un problema. Quiero, para empezar, reconocer que hemos tenido una dificultad a la hora de determinar si quienes vayan a venir tienen que ser obligatoriamente elegidos directamente para estas elecciones o pueden ser elegidos de otra manera.
Este problema que ha surgido y que hay que enfocar y presentar en su realidad, creo que ha sido resuelto de una manera satisfactoria. Quiero agradecer no solamente al ponente del informe, el señor Méndez de Vigo, sino también al señor Duff, que hayamos conseguido entre los tres grupos un acuerdo que, en mi opinión, es muy importante.
Lo que decimos es: sí, procédase a la reforma del Tratado, hágase sin Convención, que se pueda iniciar el derecho a esa confirmación. Pero, al mismo tiempo, el Parlamento recuerda a los Parlamentos nacionales que deben enviar diputados elegidos directamente para el Parlamento Europeo y que es nuestra vocación llevar a cabo, dentro del propio Parlamento, una revisión del sistema electoral europeo para darle al modelo electoral europeo un sistema de unidad, de supranacionalidad, en la forma de elegir a los diputados.
Estas dos consideraciones han permitido un equilibrio del cual yo me alegro mucho y que permite reiniciar este expediente.