Ramón Jáuregui Atondo, en nombre del Grupo S&D.
– Señora Presidenta, si yo tuviera que reducir a una sola idea de qué estamos hablando hoy, yo querría decir alto y claro a los ciudadanos europeos que, por primera vez, van a tener un tribunal que garantiza sus derechos humanos, sus libertades fundamentales, frente a la Unión Europea, frente a sus propios Estados, cuando desarrollan el Derecho comunitario.
La idea esencial es que un nuevo tribunal, el Tribunal de Estrasburgo, aparece ante la ciudadanía europea como el garante del Derecho comunitario y de que la aplicación del Derecho comunitario en cada Estado cumple esas garantías mínimas. Garantías mínimas que están en el corazón de la idea europea. Garantías mínimas que están en el cordón umbilical, en el tracto histórico de la construcción europea, que es una construcción civilizatoria sobre la idea de la dignidad humana, de la dignidad de las personas, y que se concreta en la democracia, el Estado de Derecho, el Estado social de Derecho y los derechos humanos.
Pues bien, el Tratado de Lisboa nos ha dado la oportunidad de que la Unión Europea formalice la carta que, como bien decía la señora Reding, es la carta de libertades fundamentales más perfecta que se ha establecido en esta materia y nos obliga a incorporarnos al Tribunal de Estrasburgo.
Esto es lo que vamos a aprobar ahora. Yo sé que hay un buen número de problemas técnicos, pero sólo quiero destacar la importancia de que la Comisión haya hecho un trabajo rápido y eficaz, estableciendo un mandato concreto que permite avanzar en esa negociación.
Yo quiero felicitarla, señora Reding, por su trabajo –repito– rápido y eficaz, igual que a la Presidencia española. Quiero anunciar que en el próximo período parcial de sesiones aprobaremos el informe de este Parlamento en este sentido y quiero pedirles seguimiento, información y compañía en una negociación compleja, pero muy importante para Europa.