Ramón Jáuregui Atondo, en nombre del Grupo S&D.
– Señor Presidente, me he llevado una gran alegría al saber –señor Šefčovič ¡bienvenido!– que la Comisión tiene previsto aprobar la semana que viene, el 31 de marzo nada menos, este proyecto de Reglamento. Me parece una gran noticia, creo que es oportuno y justo felicitar a la Comisión, al señor Šefčovič y a la Presidencia española por el impulso que han dado a esta iniciativa y por el acuerdo de presentar a este Parlamento una propuesta muy importante.
Muy importante porque, en primer lugar, creo que refuerza la legitimidad del Parlamento Europeo. Porque hace que el ciudadano tenga un acceso directo al Parlamento, no a través de los partidos, sino que él, directamente, puede llegar aquí con nada más y nada menos que una propuesta de una ley.
Es un acceso directo del ciudadano al Parlamento que refuerza, justamente, la legitimidad de éste. Fortalece la idea de la ciudadanía, que está en el origen mismo del proyecto europeo. Desde Maastricht para aquí, es el ciudadano el que está en el eje del proyecto europeo y es el que adquiere aquí un protagonismo fundamental.
En tercer lugar, diría que es algo que favorece extraordinariamente la conexión entre instituciones y ciudadanía, algo que siempre estamos reivindicando y que nunca conseguimos. Es la oportunidad de que, efectivamente, la gente vea cerca al Parlamento Europeo y entienda para qué puede servir. Eso es lo que me lleva a hacer también un par de recomendaciones que en gran parte coinciden con las que hacía antes el señor Méndez de Vigo.
Pienso que es importante elaborar un texto que sea efectivamente, en primer lugar, flexible, es decir, que permita ejercer ese derecho; que se lo permita a mucha gente, porque hay que definir en cuántos países, con qué porcentajes, con qué sistemas de firmas. ¡Por favor, sean flexibles! Hagan fácil el acceso a esta iniciativa, pero, también, hagámoslo de forma clara y no frustremos expectativas.
Hay un trámite fundamental, previo, por parte de la Comisión para decir si un proyecto de iniciativa va a prosperar o no, si es posible hacerlo o no. Antes de que se recojan las firmas hay que decir si sí o si no, para no frustrar expectativas: claridad y flexibilidad, Señorías, en este proyecto y, por supuesto, felicitaciones.
Bruselas,24/03/2010.