Hace muchos años, en la Reconversión Industrial de los años ochenta, los enormes excedentes de plantilla de las viejas industrias fueron objeto de jubilaciones anticipadas, llegando incluso a los 52 años para absorber al máximo de población laboral.
No había otra fórmula de acordar con los sindicatos las reducciones de plantilla que llamábamos “no traumáticas”, es decir, para no aceptar despidos. Ya entonces resultaba escandaloso jubilar a gente tan joven. Además de injusto respecto a pequeñas empresas que no podían despedir en tan buenas condiciones.
Acabamos de saber que Telefónica va a prejubilar a 700 empleados mayores de 48 años. Me cuesta entender que resulte rentable pagar el 70% del salario hasta los sesenta y un años por no trabajar. Pero aunque lo sea –que lo será-, ¿Es socialmente responsable? ¿Cuál es la lógica social de considerar laboralmente acabados a trabajadores con 48 años?
¿Por qué, si los sistemas de Seguridad Social y la prolongación de la vida aconsejan en todo el mundo alargar la vida laboral, las empresas y el mercado nos imponen lo contrario? ¿No sería mejor pagar a empresas de inserción laboral para reubicar los excedentes laborales? ¿Realmente son los más experimentados lo que sobran?
Telefónica hace grandes cosas en su política de responsabilidad corporativa. Su informe anual de 2007 es interesante en la búsqueda del compromiso responsable y sostenible en todas sus actividades. Me pregunto: ¿Podrá incluir esta política de prejubilación en su memoria social en el 2008?
(Con afecto a mis amigos de Telefónica).
Diario Responsable 24/10/2008