19 de diciembre de 2018

Pongamos fin a las "golden visa"

 El Gobierno del PP aprobó la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización. Entre otras cosas, esta ley regula, en su Sección 2. ª –«Movilidad internacional»– “determinados supuestos en los que, por razones de interés económico, se facilita y agiliza la concesión de visados y autorizaciones de residencia, al objeto de atraer inversión y talento a España”. Una medida dirigida a “inversores, emprendedores, trabajadores que efectúen movimientos intraempresariales, profesionales altamente cualificados e investigadores, así como a los cónyuges e hijos mayores, a través de un procedimiento ágil y rápido”.

Dichos visados y autorizaciones de residencia son las llamadas 'golden visa' (visados de oro), término que se utiliza para denominar aquellas políticas específicas desarrolladas por países que buscan atraer a personas ricas, nacionales de terceros países, para que se conviertan en residentes o ciudadanos.

Tales políticas comenzaron a hacerse habituales en varios países de la UE que buscaban atraer inversión extranjera tratando de paliar los duros efectos de la crisis económica y financiera, a los cuales, como decíamos, no fue ajena España. Así, en la actualidad 13 Estados miembros de la UE aplican normas por las que se intercambian ciudadanía o derechos de residencia a cambio de inversiones.

De los varios supuestos que contempla la norma española para conceder una 'golden visa' destaca el de aquellos solicitantes que realicen una “adquisición de bienes inmuebles en España con una inversión de valor igual o superior a 500.000 euros por cada solicitante”.

Los expertos han dejado claro que las Visas Oro son una puerta abierta a la evasión fiscal y al lavado de dinero negro. En muy pocos años los países europeos han concedido más de 100.000 permisos de residencia y se han concedido más de 6.000 pasaportes. A veces, son personas ligadas a negocios oscuros, incluso al crimen.

En la actualidad, cuatro Estados miembro (Austria, Bulgaria, Chipre y Malta) venden este tipo de visados y otros 13, entre los que se encuentra España, aplican normas por las que se intercambian ciudadanía y derechos de residencia a cambio de inversiones.

No hay estudios que permitan acreditar que las inversiones que autorizan el visado sirvan para nada bueno. No se conoce la cantidad de dinero que han movido las 'golden visa' pero, probablemente, buena parte de él busque su lavado y ser evadido al fisco de los países de origen.

España ha concedido hasta la fecha 24.755 'golden visa', tanto a inversionistas como a sus familiares. El reparto por nacionalidad lo dice todo:
7.118 chinos
4.715 rusos
4.327 norteamericanos
3.233 indios
3.116 venezolanos

Los principales destinos de las inversiones también son indicativos: Madrid, Barcelona y la Costa del Sol (Marbella es el destino preferido de los rusos).

La UE está altamente preocupada y seriamente decidida a prohibir estas prácticas porque representan serios riesgos de lavado de dinero negro y evasión fiscal, además de la conexión, que en algunos casos se pueden dar, con el crimen organizado. No olvidemos que la Visa nacional de un país europeo permite a esas personas moverse por toda Europa con plena libertad, de manera que las quejas de aquellos países que no tienen estos esquemas son constantes y reiteradas, por el hecho de que otros “venden” residencia europea al conceder ciudadanía nacional a cambio de dinero o inversión.

El Gobierno de España debería estudiar esta situación y derogar esta norma. No nos trae nada bueno y encarece el precio de las viviendas en nuestras ciudades. Además ofende a la moral cívica de un país que niega la residencia a tantos y se la concede a tan pocos… Solo por ser ricos.
 
Publicado en El diario.es  19/12/2018