La semana pasada en la Comisión de Empleo, la mayoría parlamentaria del PP aprobó la Reforma Laboral.
A dicha Reforma Laboral el PSOE presentó tres enmiendas desarrollando las políticas de Responsabilidad Social Empresarial, que contemplaba la Ley de Economía Sostenible, en el Artículo 39. A través de estas enmiendas, el Grupo Socialista pretendía que el Gobierno hiciera pública una estrategia para la promoción de la Sostenibilidad empresarial en España, con el objetivo de incentivar a las empresas, organizaciones, e instituciones públicas o privadas, especialmente a las pequeñas y medianas y a las empresas individuales, a incorporar o desarrollar políticas de responsabilidad social.
También se pretendía que el Gobierno incluyera en los informes de RSE a que vienen obligadas las grandes empresas, todo un conjunto de información sobre las condiciones socio laborales de los empleados y se solicitaba que las políticas de Responsabilidad Social Empresarial de las Empresas, integraran el diálogo con los sindicatos.
En el debate de las enmiendas, el Grupo Popular, con su mayoría absoluta, rechazó las tres enmiendas del Grupo Socialista y, por tanto, se ha perdido la oportunidad de concretar y desarrollar una política de RSE como la que establecía el Artículo 39 de la citada Ley (texto y enmiendas).
No es una novedad, pero es muy significativa la actitud del PP en torno a esta materia. Todo hace pensar que el Gobierno no da a la RSE la importancia que esta cultura empresarial tiene. La RSE no es algo colateral o secundario, sino que debiera de formar parte de una estrategia integral para la modernización de nuestras empresas, para su internacionalización y para la competitividad general del país. Incluso para mejorar la marca España, tan deteriorada en tiempos de crisis financiera y de expropiaciones latinoamericanas.
Lo estamos viendo todos los días en la ausencia absoluta de grandes referencias por parte del Gobierno a esta cuestión, inclusive en la atonía y en la inanidad con la que se manifiesta el Director General de Economía Social, Trabajo Autónomo y Responsabilidad Social de las Empresas, D. Miguel Ángel García Martín, cada vez que comparece en público para hablar de RSE. Para no decir nada y no hacer nada en esta materia, bien podría el Ministerio de Trabajo, suprimir las siglas de esa Dirección General. Sería más coherente y menos confuso.
Publicado en Diario Responsable.
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