6 de noviembre de 2009

Mi primera entrevista como Presidente de la Delegación en la Comisión Parlamentaria Mixta UE-México.


El eurodiputado Ramón Jáuregui Atondo (San Sebastián, 1948) es presidente de la Delegación del Parlamento Europeo en la Comisión Parlamentaria Mixta México–Unión Europea, desde el pasado 16 de septiembre, fecha en que tuvo lugar la reunión constitutiva de la delegación. Debutó como miembro del Parlamento Europeo, donde pertenece al Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, después de las elecciones de esta institución europea, celebradas en junio de este año.

La Comisión Parlamentaria Mixta (CPM) México–Unión Europea (UE) fue creada en la anterior legislatura del Parlamento Europeo (2004-2009), a fin de “examinar todos los aspectos de las relaciones entre la UE y México y, en particular, la aplicación del Acuerdo de Asociación”. En ella participa también una delegación mexicana, formada por diputados y senadores mexicanos.

—¿Por qué precisamente: “Presidente de la Delegación del Parlamento Europeo en la CPM México-UE”?

Para mí fue una petición expresa. Yo quería estar en la Delegación del Parlamento Europeo para las relaciones con México; tenía especial interés en eso. Me interesa México porque para mí tiene raíces históricas muy grandes, en especial desde el punto de vista de lo que fue la vieja relación de la España republicana con México, en cuanto al doble circuito de solidaridad que se produjo entre México y los republicanos españoles. Puedo decir que me siento muy feliz de poder presidir esta delegación parlamentaria en la CPM México-UE.

—¿Sobre qué actividades podría centrarse el trabajo de la CPM México-UE durante esta nueva legislatura (2009-2014) del Parlamento Europeo?

En primer lugar, tengo que esperar a concertar con el presidente de la delegación mexicana, que es el senador José Guadarrama Márquez, el temario de nuestras reuniones. Muy probablemente vamos a hacer que éstas traten sistemáticamente sobre el seguimiento de asuntos que tenemos que ver habitualmente. En ese sentido, el desarrollo del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y México da lugar a un debate sobre las cuestiones políticas, comerciales y de cooperación, que en general, se hayan producido durante el semestre. Ése sería, digamos, un tema habitual y central.

En segundo lugar, sería buscar unificar un poco las posiciones sobre los grandes acontecimientos internacionales, de manera que allá donde coincidamos México y la Unión Europea en cumbres desde el G-20, Copenhague, la Ronda de Doha, hasta otro tipo de mesas internacionales que se producen como el Banco Mundial, etcétera, tratar de coordinar nuestras posiciones políticas. Estamos asistiendo a una nueva etapa del mundo, a esto que ya es un tópico llamar la gobernanza mundial, y ciertamente ir aproximando entre las delegaciones parlamentarias de México y Europa las posiciones en torno a las cumbres donde se reúnen los grandes países que gobiernan el mundo, me parece que es una tarea también de mucho interés.

Lo anterior con carácter general. Luego, podríamos examinar cuestiones que nos afectan a unos y a otros, y que tenemos interés por conocer. Por ejemplo, digamos, el debate político. Podría haber un cierto interés por conocer los parámetros y fundamentos del Estado del bienestar europeo, los sistemas de protección de los trabajadores, la seguridad social, el derecho laboral y la participación en el diálogo social de sindicatos, empresarios y sociedad civil. Esos mecanismos podrían ser objeto de estudios en ponencias particulares. Lo mismo que el interés que tiene Europa por conocer sobre la lucha del Estado mexicano contra la criminalidad organizada, cómo avanzan y cómo se desarrollan los derechos humanos en México, los problemas de seguridad que se pueden producir, etcétera. Son materias que de una manera más puntual podríamos analizar conjuntamente.

—¿Cuál sería el calendario para establecer el nuevo programa de la CPM México-UE?

Probablemente haremos la próxima CPM México-UE los días 4 y 5 de diciembre, en la ciudad de México. Yo pienso que antes celebraremos una reunión el senador José Guadarrama y yo en México. Después nos veremos en Panamá, donde tenemos una reunión de Eurolat, de la Asamblea Parlamentaria Euro-latinoamericana, y a la cual asistirán representantes de la delegación mexicana. En esa reunión seguramente ultimaremos el programa y haremos un poco de previsión para el próximo año.

—En general, ¿cuál considera que sería el principal objetivo de los trabajos de la CPM México-UE?

Yo diría enriquecer las relaciones entre México y la Unión Europea, y digo enriquecerlas, no mejorarlas, porque ya son buenas. Darles un contenido que haga útil la existencia de una Comisión Parlamentaria Mixta formada por dos delegaciones: mexicana y europea. Incorporar en sus trabajos asuntos que la Comisión Europea y el gobierno mexicano estén tratando, para ayudar —porque no hay que olvidar que una delegación parlamentaria es complementaria de la tarea de relaciones exteriores que realizan el gobierno mexicano y la Unión Europea—. Por resumir, lo que yo querría es que la Comisión de las dos delegaciones sea útil a los dos países, que haga realmente cosas que aporten materiales, ponencias, estudios, impulsos en la dirección de hacer que nuestra relación sea mejor.

—Desde el punto de vista del presidente de la delegación europea en la CPM México-UE, ¿cuál cree que sería el mayor reto al que se enfrenta en este momento?

A mí me gustaría que la CPM México-UE fuera una comisión que trabajara y que hiciera muchas cosas. Yo creo que el Parlamento Europeo en ese sentido puede ayudar, por ejemplo, a que la Comisión Europea haga cosas en México y que sus relaciones exteriores con el país avancen; que avancen nuestras relaciones comerciales, que haya más cooperación al desarrollo en México y que haya muchos temas de interés común que consigamos desarrollar, y que efectivamente la relación entre los dos países en ese sentido avance y se mejoren nuestras relaciones.

—Hablando sobre algunos temas puntuales, ¿cuál le gustaría que fuera la aportación de la delegación europea en la CPM México-UE al ámbito de las empresas mexicanas y europeas?

Yo creo que aquí tendríamos dos tareas. De una parte, mejorar la responsabilidad social de las empresas europeas en México y por tanto componerlas con el país, hacerlas “uña y carne”. Que no estén en México, como se dice vulgarmente, para hacer negocio, sino que se comprometan con el desarrollo del país, que cada una en su área invierta, modernice, haga progresar al país. De otra parte, que Europa sea una oportunidad para las empresas mexicanas, y en ese sentido, facilitarles sus relaciones sociales. La delegación parlamentaria en la CPM México-UE no puede tampoco hacer gran cosa, pero sí puede facilitar que la Comisión Europea establezca vínculos, caminos y sistemas de penetración del empresariado mexicano en Europa.

—¿Cuál cree que podría ser la mayor aportación de la delegación europea en la CPM México-UE al desarrollo de la Asociación Estratégica México–Unión Europea?

Lo que tenemos que hacer es seguir construyendo un marco de la relación privilegiada y preferencial entre México y la Unión Europea.

—Tratando ahora un tema más amplio, ¿qué influencia positiva cree que pudiera tener la próxima presidencia española de la Unión Europea, que comenzará en enero de 2010, sobre las relaciones parlamentarias y sobre la relación bilateral México–Unión Europea, en general?

La idea que tenemos es que la CPM México-UE que se va a celebrar a finales de marzo, principios de abril del año próximo, se lleve a cabo en España. Ésa es una cosa que tenemos un poco la idea de poderla hacer, vamos a ver si se puede o no.

España, durante su presidencia de la Unión Europea, va a dar un gran impulso en sus relaciones a las relaciones con América Latina y con México. En ese sentido, nosotros pensamos que la presidencia tiene que ser una palanca para aprovechar lo que diríamos, la mirada de México hacia Europa; pienso que en ese ámbito la presidencia española puede ayudarnos a aproximar nuestros respectivos puntos.

—Cambiando un poco de rumbo, nos gustaría saber más sobre la persona del eurodiputado Ramón Jáuregui Atondo y su relación particular con México. ¿Cuál es la comida y bebida mexicana preferida del diputado europeo?

En fin, voy a ser un clásico, pero yo creo que un comienzo con guacamole es inevitable, así como un buen tequila bien elegido y en su buen momento.

—¿Cuál es uno de sus lugares favoritos en la República Mexicana?

Bueno, pues primero, el museo que está en la ciudad de México, el Museo Nacional de Antropología e Historia, y también las pirámides de Teotihuacán. En resumen, espero que mi relación con México sea como en la película de Casablanca: “el comienzo de una gran amistad”.

—Gracias.

Revista Protocolo.
Entrevista realizada por Mónica Velasco Pufleau.