Si el Reino Unido vota irse de la UE abre una puerta llena de peligros para todos. Primero para ellos, porque verán reducida su capacidad económica, comercial y financiera al perder el mercado único y la potencia comercial de la Unión. Optar por el asilamiento siendo una isla, en plena globalización económica, no parece buena elección. Pero el 'no' a Europa generará problemas políticos de alto voltaje en el Reino Unido. Escocia pedirá probablemente un nuevo referéndum de independencia y, si lo gana, pedirá luego su incorporación a la UE como nuevo Estado.
Pero, en fin, podríamos decir, ¡allá ellos! Me temo sin embargo, que los males no acaban ahí. El proyecto europeo de avanzar hacia una especie de Estados Unidos de Europa, sufre un revés histórico. Por primera vez esa puerta se abre para que un miembro del club se vaya. Hasta ahora, siempre ha habido cola para entrar. No por casualidad, el líder del UKIP, el partido independentista que provocó el referéndum, declaraba que "detrás del Reino Unido, vendrán Dinamarca y Holanda, y eso será estupendo", en su afán por destruir la UE.
Aunque no se produzca tan pesimista pronóstico, lo cierto es que la salida del Reino Unido es una catástrofe para la Unión. Se trata de uno de los tres grandes (junto a Francia y Alemania) y su ausencia debilita la fuerza internacional, defensiva, industrial, financiera y comercial de Europa. Una corriente depresiva invadirá el sistema institucional y económico de la UE. Sumidos en la crisis migratoria y económico-social, los europeos están perdiendo la emoción comunitaria que alimentó la construcción de este bello edificio supranacional. Por el contrario, fuertes tentaciones neonacionalistas emergen en Europa con preocupantes similitudes a los años 30 del siglo pasado.
De nuevo, es la hora de la política. De la política noble. De la gran política. De la política que construye un futuro sin fronteras y con solidaridad. Que defiende más los derechos ciudadanos que las patrias. Que mira al mundo proyectando su modelo social a la globalización económica y construyendo el Estado del Bienestar en el resto y no destruyendo el nuestro. Esa Europa de paz y progreso necesita al Reino Unido y necesita evitar esa puerta peligrosa del Brexit patriotero e insolidario.
Publicado en 20 minutos 21/06/2016