NOTA DE PRENSA.22/06/2016
"Quiero mandar un enorme abrazo de felicitación al pueblo colombiano. Sin duda es la mejor noticia del siglo en América Latina. Sesenta años de conflicto armado, miles de muertos, millones de desplazados, casi seis millones de víctimas, dos generaciones de colombianos atravesados por esta tragedia... todo eso queda atrás a partir de hoy", ha declarado el eurodiputado socialista y presidente de la Asamblea Parlamentaria EuroLat, Ramón Jáuregui, tras conocer la noticia sobre el alto el fuego bilateral y definitivo en Colombia.
"Mi felicitación es también para el Gobierno del presidente Santos por su decidida y valiente propuesta negociadora en un conflicto que necesitaba, inevitablemente, de un proceso negociador con ayuda internacional para su final definitivo. En ese sentido, Cuba y Noruega, junto a otros países de la región han ayudado mucho y, por ello, merecen nuestro reconocimiento", ha añadido Jáuregui.
El eurodiputado socialista se ha referido también a las FARC, destacando que "han sabido comprender que su lucha tocaba a su fin". "Su decisión de abandonar las armas y de participar en la política democrática es también valiente e inteligente, además de moralmente justa y necesaria. La violencia sólo conduce a más violencia y, en pleno siglo XXI, ninguna idea, ningún proyecto, ninguna propuesta política es defendible matando a los ciudadanos. Reconocer esto es tan imperioso moralmente como meritorio después de décadas de lucha armada", ha declarado el presidente de la Asamblea EuroLat..
"Ahora toca ganar el referéndum para asentar la paz y poner en marcha los términos del acuerdo", ha añadido Jáuregui, explicando que es fundamental el apoyo de los partidos políticos y la sociedad civil colombiana a esta decisión.
En este sentido, se ha referido al futuro inmediato tras la noticia conocida hoy. "Comprensión a los términos de la paz, porque no hay paz perfecta, y generosidad con la integración social de todos. Ganar el referéndum es el siguiente paso que dará lugar al post conflicto, un periodo largo, costoso, difícil, en el que las víctimas deben ser el centro de gravedad sobre el que gire una política amplia de compensaciones y reparaciones, además de un relato cultural y político basado en la verdad y la justicia".