7 de mayo de 2013

"El PSN tiene que plantearse cuál es su papel en Navarra"


GASTEIZ. Hace dos años le llamó Zapatero para poner orden y concierto en un gobierno en caída y ahora le ha llamado Rubalcaba para que sea el faro de un PSOE enfangado por las secuelas de su paso por Moncloa y sus peleas intestinas.
Se está convirtiendo en el desatascador del PSOE.
En lo personal me siente bastante orgulloso porque en gran parte es fruto de una lealtad, una dedicación al partido que me han convertido en una de las personas con más capacidad de aportar cosas. Pero también estoy convencido de que es una contribución final y postrera a un cambio político en ciernes. La biología tiene leyes inexorables.
¿Está anunciando su adiós a la política?
No, no. No tengo interés en decir si me voy o no. Estoy muy a gusto en el trabajo que estoy realizando junto con catedráticos, políticos, sociólogos, economistas, constitucionalistas..., reflexionando sobre lo que está pasando al país. El traje sobre el que está vestido España está muy descosido y eso nos obliga a reformular los modos de organizar la convivencia. Eso me está permitiendo una tarea teórica e ideológica muy interesante y satisfactoria.
Es el encargado de alumbrar al PSOE para salir de la zozobra en la que está sumergida. Además las encuestas les dan muy mal y no sacan partido a la caída del PP.
Lo que ha pasado con la crisis económica es una hecatombe para el país. A cualquier gobierno que le hubiera tocado gestionar este periodo se lo habría llevado por delante. Sobre el nuestro presidido por Zapatero, creo que no fuimos capaces de prever la dimensión y la gravedad de lo que venía y no ofrecimos una explicación valiente y razonada de lo que hacíamos. Es muy probable que aun haciéndolo muy bien, nos hubiera llevado por delante porque el desgaste en las cuentas públicas y en el empleo, así como el daño producido por la burbuja inmobiliaria y por el tsunami de la crisis, es tan brutal que es muy difícil eludir esa responsabilidad.
¿Y qué proponen ahora?
Tenemos un calendario complicado que tiene tres fases: la primera es la conferencia política de octubre en la que queremos alumbrar una agenda reformista para el país, una forma de presentarnos ante el país; una segunda para consolidar una oposición firme pero al mismo tiempo constructiva para un país que va a necesitar grandes acuerdos; y en tercer lugar, hacer unas primarias y encarnar el candidato o la candidata de ese nuevo proyecto.
El desgaste no solo afecta al PP, sino también en gran medida al PSOE.
Hay un cierto desgaste del bipartidismo, este es un dato objetivo, porque hay una sensación muy grande de descrédito de la política y eso afecta más a los dos grandes partidos que han gobernado el país durante los últimos 35 años. Las estimaciones de voto de IU son coyunturales, pues cuando llegue la hora de las elecciones mucho de ese voto no va a confiar en un partido de una izquierda testimonial que nunca ha filtrado sus propuestas con la acción de gobierno, y eso la gente lo sabe.
IU les está recortando distancias a gran velocidad.

Nuestro rol no es disputar a Izquierda Unida quién es más de izquierdas, sino seguir siendo un partido que defiende a la izquierda desde una posición centrada. Cuando el PSOE ha sido capaz de ofrecerse como alternativa al PP en España ha succionado de todos, desde el PNV hasta IU, desde CiU hasta Coalición Canaria. Nuestra clave es ser el partido que aparece como el partido del cambio y eso hoy no está plasmado. Estamos demasiado cerca todavía de una valoración crítica de nuestra gestión de la crisis y seguramente nos falta un tiempo para ello.
Alguna responsabilidad tendrá también Rubalcaba.
Rubalcaba es el gestor de un tiempo difícil, de una travesía del desierto. En gran medida, lo elegimos para eso, sin decidir si iba a ser el candidato, eso ya lo iremos viendo. Tenemos derecho a saber quién es el mejor, pero cuando toque.
¿Se les va a hacer largo hasta las primarias, porque el desgaste actual es muy grande?
Pero eso no se va a resolver con la aparición de un tótem. Quien piense que las primarias resuelven como por arte de magia el problema de la valoración todavía crítica que el PSOE recibe se equivoca. Hay que mantener la nave con pulso firme para llevarla a esta transformación que estamos haciendo. Rubalcaba sabe que esa es su misión. Si dentro de un año él está en unas condiciones que le permitan ser útil al partido, él decidirá.
Patxi López y, parece que también, Eduardo Madina ya han tomado posiciones.
No les beneficia nada adelantarse. Creo que a ninguno de los dos les interesa estar en la palestra en esa condición, y creo que ellos lo saben y que quieren amortiguar todo eso. La especulación es inevitable pero ni a ellos ni a otros les interesa que se hable de ellos tanto y tan precipitadamente, porque eso les acaba perjudicando.
Madina se deja querer y no se descarta y López sigue buscando apoyos en federaciones territoriales.
Pienso que son prudentes y que saben que pueden estar en la pequeña lista de posibles candidatos y se van a mover con esa precaución. Pero tampoco pueden cerrar las puertas al destino.
¿Le satisface la actuación de su partido en Navarra?
El PSN está en fase de estudiar cuál es el futuro de Navarra teniendo en cuenta que depende de nuestro partido. Me gustaría que hubiera una reflexión más a fondo dentro del partido sobre lo que es posible y lo que no. No puedo adelantarla pero pienso que el PSN tiene que tomar la palabra interna y externamente. El conjunto de la militancia del socialismo navarro tiene que plantearse muy seriamente cuál es su papel y cuáles son sus cuadros y sus representantes. Y eso no puede retrasarse más allá de este año.
¿Apoyará el PSOE la celebración de la consulta sobre el nuevo estatus que Urkullu planea para 2015?
No sé qué consulta quiere hacer. Son fuegos del nacionalismo vasco que no sirven para nada. El País Vasco tiene un estatus jurídico, político y económico envidiable gracias entre otras cosas a las ventajas que nos ofrece el Concierto. Cualquier propuesta de independencia, por legítima que sea, va a perjudicar a los vascos. Eso es una quimera. Por eso estaremos en contra de esos artificios que fracturan el país y lo llevan a callejones sin salida.
Entrevista para Noticias de Alava