Incorporación a la Ejecutiva Federal como Delegado Conferencia Política. Audios.

COPE

 


 RNE (A partir del minuto 46'25)
 


ONDA CERO

 



 CADENA SER

 

Entrevista Radio Euskadi 9/03/2013

Entrevista para Onda Vasca. 7/03/2013

Entrevista para Onda Vasca.

Dicen, obras del sistema vasco-navarro, ¿cómo se van a tener en cuenta las características propias de Euskadi, de Cataluña...

En el modelo financiero, respetando el Concierto vasco, naturalmente, yo creo que eso está en la Constitución y esa es la voluntad política de todo el mundo en España, no? En el caso del resto de las comunidades, en el caso de Cataluña que pidió el Concierto vasco, hay que recordarlo lo pidió en el mes de septiembre del año pasado y el gobierno le dijo que no, el modelo financiero español se resquebrajaría si todo el mundo tuviera un sistema como el vasco y el navarro, que todo el mundo recaudara sus impuestos y pagara un  pequeño cupo al Estado, eso realmente, prácticamente le dejaría al Estado desnudo, sin capacidad financiera ninguna. Yo sinceramente creo que eso no es aplicable al conjunto de los territorios de las comunidades españolas y sin embargo habrá que establecer un modelo para el resto que satisfaga también en sus pretensiones, aunque no le oculto, con toda sinceridad se lo digo que en mis conversaciones con el resto de todos los territorios siempre hay una cierta reivindicación del que el resultado financiero del modelo vasco y navarro ofrece resultados muy diferentes con un porcentaje de financiación per capita para los vascos y para los navarros muy superior al del resto de las comunidades. Ese tema está sobre la mesa, evidentemente, pero repito, nadie quiere cambiar la naturaleza del Concierto vasco y navarro.

Abierto ese debate la posibilidad de una reforma constitucional se podría también actualizar el Estatuto de Gernika consensuar una nueva forma de relación con el Estado desde Euskadi.

Yo soy de los que cree que  los vascos tenemos un modelo de autogobierno muy bueno, nuestro sistema competencial es pleno y nuestro sistema financiero es muy ventajoso. Yo no creo que en el caso del País Vasco haya una formulación política alternativa que sea mejor que la que tenemos, si alguien la tiene ya me la explicará, ya la veremos, no?, pero, sinceramente, creo que lo que hay sobre nuestro marco de relaciones, lógicamente, la pretensión legítima  de algunos que quieren separarse de España y que quieren que Euskadi sea independiente, yo eso lo respeto, pero creo que los vascos no estaremos para nada, mejor que como estamos ahora. Será muchísimo peor, en todos los planos, desde luego en el plano económico, en el plano internacional, en el plano de nuestra presencia europea, entonces, yo no veo ningún modelo de relación política distinta del que tenemos, mejor que el que tenemos y si alguien lo tiene que lo defienda, simplemente eso es lo que tenemos que hacer.

En cualquier caso es la propuesta del PSOE, después está la negociación que con la mayoría absoluta del PP, parece a priori complicada, no?

Yo creo que en España están cambiando mucho las cosas y hay suficientes problemas como para que también el PP y el Gobierno se replantee cual es su estrategia. Yo sinceramente le digo que creo que en este momento sobre la mesa en España hay tensión política territorial en el caso catalán, muy, muy delicada, yo pienso que a eso hay que darle respuesta y no puede ser quedarse quieto mirando a la luna, porque digamos, el Gobierno de Cataluña y la mayoría nacionalista allí con Esquerra han decidido un itinerario que en mi opinión requiere que la respuesta no sea solamente no, hay que actuar de otra manera, hay que ganarse a los catalanes, hay que ganar la confianza de la ciudadanía y en Cataluña hay problemas. Hay problemas de financiación, hay problemas de autogobierno, hay problemas de encaje con España y eso tenemos que abordarlo, sinceramente lo pienso así y creo que el PP también tendrá que abordar eso. Pero además hay una crisis política importante en España, hay una crisis de la democracia, de las instituciones, del sistema parlamentario del sistema electoral, de la corrupción, de la credibilidad en los políticos y en la política, a eso tenemos que hacerle frente también. Yo sinceramente creo que no podemos quedarnos quietos y yo pienso que el Gobierno por mucha mayoría absoluta que tenga no va a poder sostenerse en el inmovilismo. Creo que el PSOE le está haciendo moverse en esa dirección y que los tiempos nos llevarán a tener que abordar una política grande, una política importante, pactos grandes para reformular un poco nuestro marco político, institucional, democrático, para adaptarlo a una sociedad que reclama más cosas, más transparencia, más honestidad, mejores políticos, mejores partidos, mejor política y mejor democracia.

Y cree que esa mayoría absoluta del PP aguantará el escándalo Bárcenas?

Pues no lo sé porque eso camina cada día con episodios nuevos. Yo pienso que tienen una espada de Damocles muy, muy grave sobre su credibilidad y no creo que tratando de ocultarla vayan a resolverlo. Yo pienso que eso va a durar años, desgraciadamente, a veces la Justicia es más lenta de lo que quisiéramos, quizás para que sea más Justicia, a veces es demasiado lenta, pero en todo caso eso nos irá proporcionando día a día informaciones que van a poner más o menos en evidencia algo que casi todos sospechan, que haya habido una financiación irregular, que haya habido pagos complementarios no justificables, que ha habido evasión de dinero a fuera del país, cosa que en el primer partido del gobierno no es sostenible. Y entonces eso que requerirá, pues requerirá de su parte una explicación, el cumplimiento de responsabilidades y luego insisto en lo que le decía antes, en una reacción que el conjunto del sistema tiene que proporcionar, yo creo que los grandes partidos tenemos que ponernos de acuerdo para darle al país transparencia y confianza en que estas cosas no pueden volver a ocurrir, sinceramente creo que esto es fundamental, sino la gente no va a creer en nosotros y cuando la gente no cree en el sistema algo grave va a ocurrir porque detrás de la democracia no hay nada, más que fascismo o populismo barato o desgracia y yo creo que somos nosotros quienes tenemos que reaccionar ante eso principalmente los partidos que tenemos más responsabilidad.

Sobre la situación económica escuchamos hace un par de días las recomendaciones de la Troika sobre una n nueva subida del IVA o la necesidad de profundizar en las reformas, ¿usted cree que habrá una nueva tanda de recortes?

De recortes, no lo sé, yo creo que seguirán los ajustes porque el Gobierno ha decidido aplicar la política alemana, para entendernos, a rajatabla, entonces España sigue teniendo todavía un déficit relativamente alto y este circulo mortal en el que estamos nos sigue llevando a que más austeridad implica más paro, implica menos consumo, menos recaudación y por tanto más ajustes en los gastos para poder cumplir la reducción del déficit público y eso realmente es un círculo, no solamente vicioso, es un círculo mortal. Yo creo que el Gobierno tiene la intención de seguir en esa línea, por lo menos hasta final de este año. Yo pienso que en Europa van a empezar a cambiar las cosas cuando se compruebe que los países que estamos en esta situación no salimos. Yo pienso que ya hay en algunos círculos económicos, de Austria y de Alemania y de Holanda y de Finlandia, que son un poco los países del norte, una reflexión en esa dirección, pero por ahora no han dejado de apretar y yo pienso que en esa perspectiva, España y el Gobierno de Rajoy va a seguir en la misma línea, me temo que por lo menos este año todavía y pueden haber por tanto más ajustes o más subidas fiscales, no lo sé, es posible

En Euskadi ya sabe que está abierta la negociación presupuestaria, al menos los tanteos han comenzado, usted se ha posicionado en varias ocasiones a favor de un pacto del PSE con el PNV, pero no sé si le escuchan, si los socialistas vascos pueden estar preparados para un pacto de calado digamos con el Partido Nacionalista

Yo no soy una persona que tenga mando directo en la dirección del PSE, obviamente yo tengo otras responsabilidades, yo no sé si me escuchan o no me escuchan. Mi opinión, de todas formas, déjenme que se la matice. Yo creo que el PSE tiene que ser un partido clave en la gobernación vasca cuando el PNV y el señor Urkullu han decidido hacerla en minoría y yo pienso que en ese esquema el PSE tiene que ser un partido de corresponsabilidad y de pacto, pero claro para que el pacto se produzca hace falta que las condiciones también se den. El PSE tiene un listado, una agenda un posicionamiento muy contundente en muchas materias y yo creo que son muy razonables. Yo creo que la ordenación fiscal vasca no puede dejarse de lado, yo creo que las peticiones de que el sistema fiscal de las tres diputaciones se coordine en la lucha contra el fraude es una reivindicación de muchísimos vascos de la mayoría de los ciudadanos vascos que no contemplan esos viejos prejuicios de que las diputaciones son soberanas y bueno, yo creo que esas son cosas históricas, a mi me parece que están muy bien formalmente pero eso no impide que se coordinen en la lucha contra el fraude que es lo que a la gente le importa y al mismo tiempo en que la política fiscal produzca más ingresos en el País Vasco de las personas que más tenemos y por eso nos tienen que castigar más a quienes más ganamos, que hay muchísima gente que no trabaja o que gana muy poco, entonces eso es un planteamiento político del PSE, si el PNV entra en eso y si luego los gastos y las políticas de gastos se ajustan para que no se produzcan recortes en las políticas sociales, el PSE se pondrá de acuerdo con el PNV pero sino no.

Aquí casi volvemos al inicio de la entrevista porque en el debate sobre arquitectura institucional se está poniendo sobre la mesa, últimamente la necesidad de abordarla en profundidad a través, lo primero, de una reforma constitucional y ahí entraríamos a hilar con el inicio, esa posibilidad si que estaría abierta.

Sí, si, pero en el caso de lo que le llamaríamos los presupuestos vascos y la ordenación de la política económica en el País Vasco, de ahí no creo que se vaya a derivar ninguna consecuencia, sinceramente creo que el País Vasco va a seguir con sus parámetros económicos en el Concierto y ahora nos toca a los vascos decidir de qué manera se organiza y eso es el PNV y el Gobierno del Sr. Urkullu quien tiene que hacer un presupuesto y decir cómo pretende ordenarla, las Haciendas de las tres diputaciones y qué política fiscal va a tener y qué gastos va a hacer, esta es la discusión que está pendiente y que ojalá, aquí sí que comparto su pregunta anterior, ojalá nos lleve a un entendimiento entre ambos partidos.

Sobre pacificación, ¿qué lectura hace sobre el proceso del futuro del desarme en este caso y de disolución de ETA tras la expulsión de Oslo de sus dirigentes?

Yo quiero creer que las cosas van caminando, que las cosas se hacen cada vez más irreversibles y que la desaparición de ETA sea no solamente definitiva, como ellos dijeron hace año y medio, además irreversible, no? Sigues teniendo algunas dudas porque la policía francesa sigue informando de que hay movimientos, de que ellos se mueven, espero que sea solo para que vayan definiendo su propio final y su propia desaparición pero yo tengo y creo que tenemos que tener todos suficiente memoria como para ser prudentes y en ese sentido creo que todos y en ese sentido también creo que lo estamos haciendo así, todos los partidos, el Gobierno Vasco, etc.. mantenemos una exigencia previa, ellos tienen que desaparecer y tienen que disolver la organización y a partir de ahí creo que todo se abre, se facilita, todos los fenómenos que hay todavía derivados de esta historia, desde presos, hasta lo que llamaríamos una reconstrucción de la sociedad vasca, etc... se hará mucho más fácil y mucho mejor, pero el paso previo tienen que darlo ellos y todavía no lo han dado.

En estos últimos días hemos estado siguiendo el caso de Emilio Hellin, el ultra que asesinó a Yolanda González y que según ha publicado El País ha colaborado con las Fuerzas de Seguridad del Estado, el Ministerio reconoce esa colaboración al menos en los años 2006,  2008, 2009, 2011, usted estuvo en el Gobierno en algunas  de esas fechas, no sé si le ha sorprendido la noticia y ¿qué le parece? 

Sí, me ha sorprendido y me parece mal. Estas cosas son problemas de observación de quién es la persona que hace un curso de formación a un departamento policial, también creo que pasa en la Ertzaintza. No, yo creo que estas cosas pueden ocurrir si una persona oculta su identidad o la transforma y luego no se le detecta. Yo no le daría más importancia porque como usted comprenderá no hubo ninguna intención de darle a ese señor la más mínima oportunidad.

Enlace para escuchar el audio pinchando aqui:

Entrevista Ramón Jáuregui 7/03/2013

PSC-PSOE: Divergencia sin ruptura.

No negaré la importancia de la divergencia surgida esta semana en el Congreso, entre los diputados catalanes y el resto de diputados del PSOE. De entrada, porque era la primera vez que se producía en treinta años y, sobre todo, porque afectaba al llamado Derecho a decidir de Cataluña, entrando así de lleno en el delicado proceso independentista de esa comunidad.

¿Por qué ha surgido este conflicto entre nosotros? Debo reconocer que no hemos podido consensuar la respuesta a la problemática surgida en Cataluña estos últimos meses, especialmente a partir de la Diada de septiembre 2012. Aquel 11 de septiembre una marea humana desbordó a todos y desde entonces, la reclamación de una consulta decisoria sobre el futuro de Cataluña, en, o fuera de España, ha cobrado una fuerza enorme. El PSC incorporó a su programa electoral su defensa de una consulta legal y pactada con el gobierno de España. La coincidencia de una propuesta de resolución de CiU y otra de Iniciativa, con esa  promesa electoral, les llevó a votarla y romper así la unidad de voto con el conjunto del grupo socialista al que pertenecen.

Hasta aquí los hechos. Mi impresión es que el PSC no pudo evitar esta divergencia con el PSOE, pero tampoco lo quiso. No pudo porque era su compromiso electoral y no quiso, porque buscaba una reafirmación de autonomía respecto al PSOE en este asunto, ante el electorado y la ciudadanía catalana, que están masivamente seducidos por la falsa magia de la consulta.

No pudimos convencerles de que lo lógico era votar la propuesta de Resolución que habíamos preparado conjuntamente y rechazar las propuestas auto deterministas de los demás. ¿Cuál era nuestra propuesta? En esencia era reconocer que la ciudadanía de Cataluña viene expresando en los últimos años una triple reivindicación: Una reformulación de su autogobierno muy acentuada desde la Sentencia del Tribunal Constitucional que rechazó algunos aspectos de la reforma del Estatuto de Cataluña, que el pueblo catalán ya había votado en referéndum; un modelo de financiación que les genera agravios económicos por su contribución a la solidaridad con las regiones más pobres y  que, en los últimos años ha provocado un fuerte movimiento para la aplicación a Cataluña del modelo de concierto económico del País Vasco y Navarra; y por último, una creciente y peligrosa sensación de que España no comprende y no acepta las singularidades culturales, históricas o políticas de Cataluña.

Nuestra resolución ofrecía diálogo para abordar estos temas y proponía la apertura de un proceso de estudio y pacto para reformar la Constitución y, en su caso, para reformular su autogobierno que daría lugar a sendos refrendos, el de la Constitución de todos los españoles y el de su nuevo estatuto de solo los catalanes.

El PP ha rechazado todas las propuestas. La de CiU, la de Iniciativa y la de los Socialistas. Hoy todo el mundo habla de la división socialista. Pero, no se equivoquen, el problema no es del PSC y PSOE. El problema es el de Cataluña y España. Los que se regodean y no callan con nuestra división, me recuerdan a los que señalan la luna mirando el dedo. Porque, desgraciadamente, la entidad del problema está afectando seriamente a la construcción territorial de España, a su política autonómica, al modelo de financiación de nuestras Comunidades (atención, también a la nuestra) y, en definitiva, al eterno problema de integrar a nuestros nacionalismos en una España plural.

Respecto al tema del famoso Derecho decisorio, ha cobrado fuerza esta idea tan frecuente en la política de que una solución sencilla, resuelve problemas complejos. Para empezar, hablemos con propiedad. Tal Derecho, el de decidir, no es un Derecho, sino una reivindicación política. El llamado Derecho a la autodeterminación, solo es tal, cuando se trata de crear un Estado en una comunidad que recupera una independencia que tuvo y que le fue arrebatada, o cuando se trata de una descolonización, o cuando sufre una opresión cultural económica y política de un régimen autocrático. ¿Es eso Cataluña?

Yo no creo que una consulta resuelva nada. Al revés, lo estropea y lo rompe todo. A los que dicen que la consulta es “solo consultiva”, hay que decirles que un refrendo de esa naturaleza es políticamente vinculante siempre. A los partidos que dicen que cuando llegue la consulta votarán contra la independencia, hay que decirles que eso no es posible cuando la decisión viene precedida de una agenda reivindicativa tan cargada. Decir entonces que quieres quedarte como estás y sumarte a las fuerzas contrarias a la autodeterminación, es, sencillamente increíble.

Por eso, soy de los que creen que el llamado Derecho a decidir no es más que un eufemismo de la autodeterminación y que ésta, la autodeterminación, no es una ingenua consulta sino un mecanismo que, irremisiblemente, conduce a la independencia. Así ha sido siempre y en todo lugar, más tarde o más temprano y por eso son los nacionalistas, los que quieren la independencia, los que la reclaman.

Mis compañeros de Cataluña no quieren fracturar al pueblo de Cataluña en los extremos del péndulo identitario. No quieren romper con siglos de vida en común.  No quieren perturbar los lazos que unen familias y pueblos entre Cataluña y España. Mis compañeros del PSC no quieren la independencia de Cataluña sino, un mejor autogobierno en España. Y para eso, hablemos, dialoguemos, reformemos lo que haga falta, pero hagámoslo juntos. Por eso creo que, aunque grave, la divergencia no es ruptura. Por el bien del PSOE, desde luego, pero también y sobre todo, por el bien de Cataluña y de España.

Publicado para El Correo, 2/03/2013